Desde que empecé en el fascinante mundo de los bolillos se puede decir que prácticamente no he terminado nada. N A D A.
Y es que cuando acabé mi primera labor, y me dijeron que para cerrarla tenía que hacer un montón de nuditos y cortarlos todos al ras, pero nuditos al tun-tun, sin orden ni razón. Vi como se quedaba eso y se me quitaron las ganas de volver a hacer nada más y abandoné el curso.
Poco a poco, mirando por internet y viendo más trabajos terminados, vi que no todo es lo que esta mujer te enseñaba, ni muchíiiiisimo menos. Las cosas se pueden terminar bien terminadas, sin que apenas se note donde lo has hecho, o notándose lo mínimo. Así que hace unos meses volví a retomar las clases. Evidentemente no en el mismo sitio ni con la misma profesora, faltaría más!!! (me da algo) jejeje. Le he vuelto a coger el gustillo al hecho de hacer bolillos y estoy encantadaaaaaa!!!
Para mi familia también a sido una alegría eso de que retomase los bolillos porque ya me había encargado yo, en mis tres meses de clases escasos, de comprarme mi pie para los mundillos, todos los pares de bolillos necesarios para hacer cualquier labor imaginable (sin importar los que esta necesite porque creo que tengo de sobra :( ) y, por supuesto, de hacerme unos cuantos mundillos de diferentes tamaños y formas, jejeje Por falta de material que no sea, ea!!!
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la vuelta de la esquina ;) |
Mi primera labor terminada es un pequeño tapetito, pañuelito,... llámalo como quieras, pero para mi es un trapito para cubrir mi vasito de agua. Que cuando te dejas el vaso a medias, luego vas a beber y a ese agua yo le noto un sabor a polvo que no veas. Así es que esta es la cubierta de mi vaso ;)
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mi orgullo |
Sé que tendrá fallos, de eso estoy segura. Peroooo... donde tiene mi niño el feo que yo no se lo veo, jejeje